La familia de Chang-Bo, un norcoreano modelo, tuvo un altercado con el Estado en 1989. Ellos tenían un set de televisión marca Hitachi, obtenido gracias a que su padre se había infiltrado en Corea del Sur y actuado como informante en la Guerra de Corea. Un televisor costaba 3 meses de sueldo en Corea del Norte, algo así de U$D 175 en moneda de la época. Por lo general, eran asignados por servicio extraordinario al y por el gobierno, en nombre del Supremo Lider Kim Il-Sung.
Los televisores y las radios norcoreanas estan programadas de fábrica para solamente sintonizar canales oficiales. El altercado comenzó cuando, tras uno de los habituales discursos de Kim Il-Sung, empezó un inocuo reporte financiero acerca de una fábrica de zapatos nacional y su "excelente nivel de producción". Ahora bien, siguiendo el espíritu de comunidad en Corea del Norte, la familia de Chang-Bo dejaba abierta la puerta de su casa para que los vecinos pudieran ver su televisor, la única de su pueblo. Viendo este informe, Chango-Bo dijo riendosé "Si producen tantas, ¿como puede ser que mis hijos no reciban ni un solo par?"
Uno de los vecinos lo denunció por subversión. Espiar es basicamente un pasatiempo nacional en Corea del Norte, con más informantes estatales per capita que en Alemania del Este pre-unificación - cada 50 personas, un informante reporta al estado todo lo que ocurre. De hecho, se incentiva esto - la radio, los diarios y la televisión hablan de heroicos niños que denunciaron a sus padres por actuar en contra del colectivo, siendo reconocidos como heroes mientras sus padres son enviados a campos de re educacion politica y trabajo forzoso.
Cuando el Ministerio de Protección de la Seguridad Estatal se enteró, Chang-Bo fue detenido. Esta misma gente se encargan de detener a aquellos que cometan faltas como usar jeans azules o remeras con inscripciones que no estén escritas en Coreano, o varones cuyo pelo tenga un largo de 5 centimetros (en el caso de que la persona sea calva, el limite es de 7)
Las unidades moviles de la policia tienen derecho de entrar a las casas a cualquier horario, para cerciorarse de que nadie use más de su cuota diaria de electricidad (como focos de más de 40 watts).
Gracias a que la esposa de Chang-Bo habia sido lider de inminban (lideres de comunidad que se encargan, entre otras cosas, de buscar subversion entre los vecinos de una localidad), su esposo fue liberado tras un cuestionario de tan solo tres horas. Tuvo suerte, ya que conocia varios vecinos que habian sido desaparecidos tras hacer chistes en privado sobre la altura del Supremo Lider, o dudar de las noticias del periódico que comentaban como el hijo del Supremo Líder calmaba el oceano al ir a la playa, siendo enviados a campos de trabajo en las montañas o centros de detención y adiestramiento político.
- Extracto de "Nothing to Envy" (Nada que Envidiar), Barbara Demick.
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